escolares

(Algo parecido a un cuento)

Sonó la campanilla. A formar, decían, a formar. Las niñas corrían por allá, los chicos por aquí. Todos, todos se apresuraban para estar en el lugar donde les correspondía. Habían visto a la directora con su rostro serio y su vestido oscuro. No tenía los lentes con que salía al patio del recreo para vernos cómo jugábamos. Bah! tanto miedo. No sé si será miedo porque nos puede llamar a su oficina donde nos resondra, o porque nos deja parados en el patio durante las primeras horas, en pleno sol; y ahora que está haciendo una calor maldita; hay que tener cuidado con esto de los rayos UV grado 15 que son unos rayos terribles, terribles; tal vez, los mismos demonios ya que nos causan cáncer a la piel; y, según leí por ahí, porque aunque no me quieras creer, yo leo, Peluchito, leo mucho; porque mira tú ¿qué hay que hacer en las tardecitas, cuando ya cumplimos con las tareas escolares? ¡Nada!, y yo me pongo a repasar algunos apuntes de la clase y me pongo a pensar (¡alguna vez!, me dirás, bandido) y recuerdo lo que nos hablaban los profes.

Continúa leyendo

Compartir ahora es fácil... hazlo ya!