La tierra ha existido desde un inicio, pero también dicen que la tierra apareció después del fuego.
Cuentan las historias de una gran lluvia que cayó día y noche sin parar. Llovió y llovió, pero tanto llovió que los ríos se salieron de sus cauces, los lagos de sus orillas y el mar de sus playas, éste se embraveció y arremetió contra las las rocas y los acantilados que le impedían vaciarse sobre la tierra y devorarla. Dicen que desde siempre había una enconada discordia entre la tierra y el mar; que a veces el hombre está indistintamente del lado de uno de ellos, aunque ama a los dos, porque el hombre ama todo lo que es misterioso, el arcano lo atrae, lo forma. Además el cuerpo del hombre está hecho de tierra, agua, viento y luz. Por eso narran los antiguos que Dios hizo al hombre de barro y a su semejanza. Y Aquél es Creador, Luz y Espíritu, y el hombre va por estos caminos.